lunes, 15 de marzo de 2010

Este altar de luz propia.
Vacío, vacía su figura,
como lleno de luz dorada del mineral.
Flores y banderas,
y la música y el ritmo fuera.
El calor y el fulgor antagónicos del brillo;
sólo aquí.
Devotos y deudores contemplan el vacío,
se llenan el corazón de él,
como con el arcoiris de color de cada bóveda,
cada marco, cada detalle.
Me llené de vida, no de su vacío.
No de su vacío.

1 comentario:

martina p.r. dijo...

ctm, me encanta
puedo recitarlo por ti otra vez?