lunes, 26 de abril de 2010

Nocturno

No te descubras
los hombros esta noche
hace frío y las nubes amenazan
como el dios desesperado de esos hombres.

No reveles tu alma
a esos hombres que necesitan de tu vida plena
porque han perdido la suya en vano
la han regalado.

No cedas el brillo
ante esta luna
destellos de su frescor en tu torso suave
que no duele, que no está llagado.

No sufras pues el frío
no le pertenece a este delirio
de dioses y pieles y tú.

La noche te descubre
como mis ojos y mis manos
la noche te persigue
y su sombra no puede
contra tus poros que respiran
la canción de tu hueso puro.

lunes, 19 de abril de 2010

Primera parte

No quería creer en nada. Estaba tan cansado que todo parecía vano. Y lo era, finalmente. Cuando descubrió que las cosas siempre tendrían un fin, dejó de esperar. Dejó de caminar, dejó de cantar, dejó de ver. Se guardó como un chaleco viejo, en el fondo del armario de madera. Dobló sus aspiraciones del tamaño más pequeño posible, para no ocupar mucho espacio.
Sabía que al final de sus días, otros se habrían guardado como él.
Aun así, su conciencia del resto iba fundiéndose junto a sus antiguos deseos.
El cuerpo empezó a dejarlo perecer, sus nudillos parecían llorarle la partida. Sentía como se desgarraba su piel por su ser inmóvil. Se le acababa el aire como se le acababa el tiempo. Todos están jugando en aquel juego sin sentido, se decía, para qué seguir si puedo estar donde estoy. Estar a salvo.

-Pero. ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué sentido tiene quedarme aquí, doblado? Mutilado por el paso del tiempo, hiriendo mi propia piel con esta quietud. Si todo se acaba tendré que acabar con ese todo. Acabarme la vida. Llenarme el día de fines, en un sinfín de colores y gentes. Para pasear por este sendero que se acaba, porque los días se hacen largos en este armario y no viene nadie y nadie lo quema y nadie lo recuerda y nadie siquiera salva.
Si nadie me salva, tengo que hacerlo solo. No hay entes de tal grandeza como para vencer esto que me vence con el día que paso, el día que me pasa. Nada arriba, nada abajo, nadie fuera; yo solo en este armario. Doblado, deshecho, doliente.
Desde hoy, me dejo acabar, junto a la terrible vida.



Nueva

Y ahora tus ojos se transformaron en ventanas.

jueves, 15 de abril de 2010

Para no perder el aire

Estoynoestáscuántoquieresyanoaunquemelopasasteesoylootroyestoymetocóloquecuidasteperotefuisteperotevasperovienessiempreentoncesquéesloquerealmentequedanoquedastúniquedoyotampoconoesevidentenadaenestahoraciegateregalaríaloquedepositasteenlasjunturasdemismanosyenelhumodetuscigarrilloylamúsicaquetellevasteylamúsicaquedejasteylamúsicaqueveoyoperonolavesporqueestásdesdefuerasiempreestuvistefueraauncuandoestuvistetandentroysigues.

miércoles, 14 de abril de 2010

Ella dice que,

la luz que rodea esa ampolleta prendida le parece estúpida.
El color de la aureola que inventa
disfraza la verdadera sombra de la pared inerte.


Cuánto


Quiebra
este espejo entre tu cuerpo y
el camino de mis manos y mis huesos
Quiero su mala suerte
déjalo que cubra mi pecho.



Quita tu soplo perfecto
del aire descompuesto de mi boca.


sábado, 10 de abril de 2010

Mayor

Cuando anida la pasajera
que sopla como una torcaza que no vuela
una alada y no fugaz
como estrella reflejada
en el balcón del que camina frente a ti
por la calle del parque
lleno de árboles verdes y floridos
de hojas que se caen,

cuando anida la pasajera
se aprende la puesta del sol.




lunes, 5 de abril de 2010

Sincero

El caso es que siempre
y es feliz. Lo demuestra.

Va deshaciéndose en
y es feliz. Lo demuestra.

Sueña y no cumple y le pesa
y es feliz. Lo demuestra.

Y es feliz. Pero no lo sabe.
Lo demuestra.

sábado, 3 de abril de 2010

Y me sonríes un mar y tres gorriones.

Sin querer