en conclusión, todo era un gran desperdicio de energías y palabras.
como nunca, tenía la certeza de amar la penumbra,
la penumbra de su habitación.
el ritmo de esa sombra sí valía la pena; pero ya no lo encontraba. entonces,
se acallaba la tentación de seguir contando,
segundo a segundo, buscando esa cadencia.
sensible desde su sombra, sin ya ninguna expresión
no tenía consecuencia permanecer allí
ahí enteramente oculta,
sensible desde su sombra, buscando una sensación.
1 comentario:
lindorfa!
me gusta que estudies letras
se palpa el talento, solo falta una pulidita academica :)
te quiero enormemeeente mujer
gracias por aparecerte en college este 2009 y alegrarme un tanto la existencia^^
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